Ayer jueves, después de salir de trabajar, salí a ver si tenía suerte, nada mas coger los ratones, recibí una llamada de Miguel Ángel Guirado, informándome que se había encontrado una Pardela Cenicienta (Calonectris diomedea) en una calle del Centro de la ciudad, de esas que todos los años durante el paso postnupcial se despistan y acaban por los suelos de alguna calle. Me solicitaba una anilla del tamaño 6 para anillarla y soltarla, quedamos en la Playa del Desnarigado, el lugar idóneo para soltarla ya que el flujo de la migración de la especie pasa a escasos 500 metros de la orilla.
Detalle de la cabeza de la Pardela.
Imagen del ala.
Obispillo.
Volviendo a la jornada, creo que cometí el error de salir un día hábil de caza, me quedé en la zona del Monte Hacho ya que me había tenido que desplazar para el anillamiento de la pardela y pude comprobar como en varias laderas había cazadores, con lo que los cernícalos estaban desplazados y pude observar una concentración no habitual en esta época del año, con cuatro aves en la zona del monte del Faro y la vaguada de la antigua Potabilizadora. Uno de ellos se posaba en las farolas bajas de los márgenes de la carretera, desgraciadamente, las personas que habitualmente pasean por la carretera lo espantaban y no hicieron posible que pusiera la trampa. Mas abajo, en el llano de la potabilizadora, vi posiblemente al cernícalo de la semana pasada y le puse la bal-chatri, pero descubrió otra presa en el monte y tras cazarla se fue a otra parte a devorarla. Tras seguir dando vueltas no vi nada mas de interés.