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Esta temporada de anillamiento, por causas de salud, he tenido que permanecer en el "dique seco"  solo he podido anillar tres pollos de un nido localizado en el Monte Hacho, en la ventana de un edificio, de este nido tuvo conocimiento nuestro compañero José Jiménez Martínez. Debido a las malas condiciones en la ubicación del nido, los pollos se precipitaron del nido varias veces y por su seguridad, se retiraron y terminaron de criar en cautividad con la colaboración de Alfonso Espinosa Ramírez. Fui avisado para anillarlos y soltarlos, ya que no tenía hasta el momento conocimiento del citado nido.

Salieron volando con cierta torpeza y uno de ellos chocó con uno de los focos de la valla que rodea al Polvorín del Obispo. afortunadamente sin consecuencias. Abajo una imagen tomada durante el anillamiento.

El último de los pollos liberados permaneció posado en mi mano un rato, como si le costara despedirse de nosotros y recuperar la libertad.

Debido a la paralización en las intervenciones quirúrgicas programadas de las listas de espera por la pandemia no sé si para la próxima temporada estaré operativo, el futuro lo dirá.