Indiferentes, timoratos o con "cigarritis aguda"

Imagen de Anillando Cernícalos

A lo largo de los años que llevo dedicándome al anillamiento de Cernícalos he aprendido una cosa y es que una vez que le pones la trampa a uno, nunca tienes claro lo que va a ocurrir a continuación, y es que cada ave tiene su propio caracter. Los hay "arrojados y valientes" que todavía no has terminado de dar marcha atrás con el coche y esta planeando hacia la bal-chatri, pero por otro lado estan los timoratos y asustadizos que después de mucho mirar y remirar al ratón se lanzan cambiando de opinión con un revoloteo a medio metro de la trampa y esta acción la pueden repetir en varias ocasiones con la consiguiente desesperación del anillador.

Una variante del caso anterior es el que se posa en el suelo junto a la trampa y observa al ratón deambular por el interior de esta, con una curiosidad que no pasa por intentar "hincarle el pico", algunos llegan a la desfachatez de corretear detrás de los saltamontes o darse baños de tierra.

Cernícalo mira al ratón

Arriba: Cernícalo mira al ratón indeciso. Foto: Antonio J. Cambelo Jiménez.

Otro caso también bastante recalcitrante es el de los que no le hacen ni puñetero caso al ratón (ya se pueda contonear como una bailarina de la danza del vientre) estos cernícalos además suelen ser bastante fieles a unos posaderos desde donde cazan, por lo que a lo largo de los días llegas a conocerlos bastante bien (y no por ello uno deja de intentarlo -la esperanza es lo último que se pierde-).

Este verano he bautizado a una hembra joven con el nombre de "la flequi", reconocible por que las plumas de la frente las tiene encrespadas como si tuviera un pequeño copete en la frente y este ejemplar es uno de los típicos que por mas que le pongas la trampa y en las mejores condiciones de visibilidad y cercanía no hay manera, ignora al ratón día tras día. A este tipo de aves, según una teoría propia, las he diagnosticado como víctimas de cigarritis aguda y esto es que solo tienen ojos, pico y garras para las Cigarras, ignorando cualquier otro tipo de presas que se les pueda poner a tiro.

La flequi

Arriba: Cernícalo hembra "la flequi". Foto: Antonio J. Cambelo Jiménez.

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